Enlace al capítulo aquí. La conciencia es el escenario donde el concepto y la observación se encuentran y establecen una relación recíproca… por el hecho de dirigir su atención hacia la observación tiene conciencia de los objetos, al dirigir su pensar sobre sí mismo tiene consciencia de sí mismo o autoconciencia. Así pues OBSERVACIÓN y PENSAR son los dos pilares del conocimiento. En el capítulo 3 Rudolf Steiner realizará una exposición sobre EL PENSAR.
- La primera observación que hacemos sobre el pensar es: que es el elemento no observado de nuestra vida mental habitual. Y esto ocurre así porque el pensar es enteramente nuestra actividad: lo que yo mismo produzco no lo observo. Lo que no produzco yo mismo entra en mi campo de observación como objeto.
- La segunda observación sobre el pensar es: que jamás puedo observar mi pensar actual, sólo después puedo transformar las experiencias que he hecho sobre el proceso de mi pensar en objeto del mismo. Porque yo produzco el pensar, conozco las características íntimas de su desarrollo y la manera en que se desenvuelve.
- La tercera observación sobre el pensar es: que lo único que guía la asociación de mis pensamientos es el contenido de estos pensamientos (y nunca los procesos fisiológicos de mi cerebro) Esta observación es un requisito imprescindible para hacer surgir el “estado excepcional”. El estado excepcional consiste en observar lo que yo mismo produzco: algo cuyo agente soy yo mismo. Este es el punto firme para la explicación del resto de fenómenos del mundo. "YO SOY" es la actividad mediante la que "yo mismo" como ser pensante doy a mi existencia el contenido específico, basado en mí mismo, de la actividad pensante. (Yo soy el que soy)
- La cuarta observación sobre el pensar es: que al hacerlo objeto de observación no nos vemos obligados a hacerlo con algo cualitativamente distinto (como en el caso de las bolas de billar), sino que podemos permanecer dentro del mismo elemento (la actividad pensante). Para la observación del pensar creamos primero nosotros mismos un objeto de observación mediante la actividad pensante. Todos los demás objetos dados existen sin mi actividad, como en el caso de las bolas de billar.
Así pues, hay que observar el pensar de manera neutral, sin relación con un sujeto pensante ni con un objeto pensado: pues “sujeto” y “objeto” son términos formados por el pensar.